La diversidad generacional, clave para la competitividad

Baby Boomers, Generación X, Y o Z. Por primera vez, empiezan a convivir en las empresas cuatro generaciones diferentes con distintas formaciones y experiencias y que entienden la vida y el trabajo de forma totalmente distinta. Ante la disparidad de expectativas y necesidades, cada vez más surge con fuerza la necesidad de implantar planes y políticas que favorezcan la gestión de la diversidad generacional.

La sociedad es diversa y una empresa para tener éxito, ser competitiva y rentable, necesita tener una plantilla que sea un fiel reflejo de esta sociedad. Solo así podrá conocer y entender las demandas de sus clientes. Es ahí donde la gestión de la diversidad generacional aporta una ventaja competitiva al negocio puesto que si sabe aprovechar las competencias y motivaciones de cada una de las generaciones será capaz de innovar, ser más creativas y mejorar su reputación. Pero para ello primero hay que conocer sus rasgos diferenciales.

El estudio “Diagnóstico de la diversidad generacional: análisis del talento intergeneracional en las empresas”, elaborado por el Observatorio Generación & Talento y la Universidad Pontificia de Comillas ICAI-ICADE analiza los rasgos diferenciales de cada generación. Según este análisis, los Baby Boomers se caracterizan por su lealtad y compromiso, saben que aportan experiencia para el análisis y la toma de decisiones, pero la incertidumbre ante el futuro les genera gran ansiedad.

Por su parte, la Generación X se sitúa entre la tradición y el futuro. El futuro es su gran preocupación, fruto de una percepción del entorno muy exigente. Se sienten legitimados para buscar un mundo mejor en el que primen valores como la generosidad, la solidaridad y el altruismo, y proponen la “inteligencia emocional” y “el sentido común” para encarar los proyectos y las relaciones. Son la primera generación mejor formada, pero su esfuerzo no se correlaciona con la recompensa esperada. Se han volcado en sus responsabilidades y se han olvidado de su yo como personas.

A la Generación Y, también conocida como millennials, le ha tocado vivir los peores tiempos para el empleo y la etapa con los cambios tecnológicos más disruptivos. La adaptabilidad es la gran competencia que les singulariza. Pero también es una generación entrenada para responder a lo inmediato y, por tanto, impaciente. Aceptan la experiencia internacional como una oportunidad habitual para su desarrollo profesional a la vez que demuestran escaso compromiso con el largo plazo.

Finalmente, la Generación Z vive en un mundo muy competitivo con altos niveles de exigencia y de incertidumbre. Su entorno se define en términos de volatilidad e inmediatez y siempre quieren estar conectados. Son conscientes de que están trabajando en negocios que dentro de cinco o diez años habrán desaparecido, pero asumen el reto con autoformación y para ello se apoyan en su dominio de la tecnología y las redes.

Así pues, la convivencia de distintas generaciones en un mismo entorno laboral puede aportar ventajas a la compañía siempre y cuando ésta sepa gestionarla y explotarla. Las generaciones más veteranas disponen de una mayor experiencia y know-how del negocio que pueden compartir con los más jóvenes, mientras estos, a su vez, además de insuflar vitalidad y energía a la empresa también llegan al mercado laboral con unas competencias digitales prácticamente innatas. Ante esta diversidad es necesario que las empresas apuesten por la puesta en marcha de políticas dirigidas a gestionar esta diversidad para sacar el máximo provecho, pero ¿cómo hacerlo? Te damos unos consejos:

Integrar la competencia intergeneracional en el liderazgo para que los managers puedan gestionar equipos intergeneracionales conociendo las problemáticas de cada generación.

  • Definir nuevos roles profesionales para hacer más empleables a los Baby Boomers.
  • Diseñar carreras transversales para ofrecer desarrollo y promoción a la Generación X.
  • Establecer una estrategia de dirección por objetivos para satisfacer las demandas de flexibilidad de las generaciones más jóvenes.