¿Cómo abordar tus debilidades en una entrevista de trabajo?

  • Posted on: 27 March 2020
  • By: Anónimo

Cuando asistimos a una entrevista de trabajo nos acostumbra a incomodar el hecho de hablar de nuestras debilidades. No obstante, se trata de un aspecto que quieren abordar los reclutadores y que a nosotros nos puede permitir convertir nuestros puntos débiles en aprendizajes.

Aunque puede parecer una pregunta inocente, conocer nuestras debilidades aporta al seleccionador una información muy valiosa, puesto que le permite conocer nuestra personalidad y saber si nos valoramos a nosotros mismos. Además, la persona que es consciente de sus defectos acostumbra a ser una persona madura, dispuesta a admitir sus fallos y, por tanto, a corregirlos y a aprender. En definitiva, preguntándonos por nuestros puntos débiles los reclutadores no buscan hacernos pasar un mal rato, sino saber si encajamos en la cultura de la empresa y en el puesto ofertado.

Sabiendo esto, lo importante es prepararnos bien para afrontar este punto de la entrevista de trabajo con éxito. Las debilidades son todas aquellas habilidades y actitudes que nos impiden lograr nuestras metas. Por ello, es clave que dediquemos un tiempo a pensar en ellas. Lo podemos hacer, por ejemplo, realizando un DAFO, es decir, un análisis interno de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Esto nos permitirá identificar nuestras áreas de mejora como podría ser entregar el trabajo en el último minuto, ser desorganizado o tener dificultades para hablar en público.

A la hora de analizar tus debilidades, debes tener en cuenta que existen una serie de tópicos que debes evitar como, por ejemplo, “soy un perfeccionista” o “trabajo demasiado”. Pero también debes evitar hablar de puntos débiles que no estén relacionados con tu trabajo. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene que un cocinero no se desenvuelva bien con la informática? Así pues, debes identificar debilidades que expliquen algo de ti, pero a la vez, como eres consciente de ellas has puesto mecanismos en marcha para solucionarlas.

Por ejemplo, puedes contar que te costaba hablar en público y por eso te has apuntado a un curso para mejorar en este ámbito, o bien que has trabajado en tu organización y planificación gracias a técnicas adoptadas en este sentido. Si eras impuntual, también puedes decir que estás aprovechando los beneficios de las nuevas tecnologías para llegar a tiempo a las reuniones. O bien si tu inglés está un poco oxidado, contar que estás haciendo un curso online o que te has apuntado a un grupo de intercambio.

Con el trabajo previo realizado, una vez que estemos ante nuestro entrevistador podremos hablar sin problemas de nuestras debilidades.