¿El líder nace o se hace? Un buen liderazgo radica en el conjunto de habilidades directivas y de gestión que tiene un individuo, y cuyo objetivo es conseguir que un equipo trabaje de manera efectiva para lograr metas y objetivos comunes. Es importante pues, que en las compañías prevalezca la figura del “líder” y no del “jefe”, ya que este primero no solo busca resultados para él, sino para el conjunto de la compañía y, por lo tanto, supone un camino hacia la transformación y el progreso de la compañía en su conjunto.

Hay habilidades innatas de una persona que pueden contribuir a un buen liderazgo como, por ejemplo, el carisma, el ingenio, la valentía, la visión de futuro y la actitud de aprendizaje… o la capacidad de soñar con objetivos que desea alcanzar. Sin embargo, los grandes líderes se forman a lo largo del tiempo y de la experiencia.

Así pues, ¿puede alguien convertirse en un buen líder? Sí. El liderazgo se caracteriza por una serie de cualidades que, con el tiempo, se pueden adquirir, aprender y desarrollar en la práctica.

Algunas de las habilidades y cualidades que una persona puede poner en práctica para ejercer un buen liderazgo son:

1. Aprende a escuchar a tu equipo. Escuchar las ideas, el feedback o las críticas de tu equipo te convertirán en un buen líder, ya que hará que los miembros se sientan escuchados e integrados en la compañía.
2. Comunícate de manera eficiente. Deja claro cuáles son tus expectativas en todo momento y hazlo de manera continua.
3. Conviértete en un ejemplo. Si quieres que los miembros de tu equipo actúen de determinada manera, se comprometan con los valores y la cultura corporativa… ¡Sé el primero en hacerlo!
4. Sé coherente entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces.
5. Identifica tus debilidades y tus fortalecerás. De esta manera, podrás mejorar tus debilidades o delegar aquellas actividades que impliquen estas debilidades, y aportar tus fortalezas y lo mejor de ti a tu equipo.
6. Los errores existen. Lo importante es aprender del error para mejorar en un futuro. Por lo tanto, supera las equivocaciones, tanto las tuyas como las de los demás. Saca conclusiones y aprendizajes, y continúa hacia adelante.
7. Toma decisiones firmes. Recopila información, analiza y toma una decisión. Trata de no prolongar esta decisión en el tiempo.
8. Controla tus emociones. Aprende a reconocer tus emociones y a controlar tus reacciones para que tus conclusiones siempre sean lo más racionales posibles.
9. Fórmate constantemente. Cursos presenciales u online, lectura, tendencias… reciclarte es fundamental para estar al día de las novedades del sector.