¿Cómo negociar el sueldo?
Después del proceso de búsqueda de empleo, has llegado a la entrevista personal. Has tenido la oportunidad de contar tu experiencia profesional, conocimientos y habilidades y tu interlocutor te ha explicado en profundidad el proyecto. Parece que todo cuadra y tu perfil personal y profesional encaja a la perfección en el puesto vacante y es en este punto cuando toda abordar un momento complicado: negociar el sueldo.
Algunas estrategias que debes tener en cuenta para llevar a cabo una negociación salarial de forma exitosa son:
- Es importante acudir a la entrevista informado conociendo las bandas salariales que se están ofreciendo en el sector para un perfil y puesto similar. También te puede ser de utilidad investigar la situación de la empresa en aspectos como sus datos de facturación, si su negocio está en crecimiento o no, etc.
- Evita sacar tú el tema en la conversación y espera a que sea el entrevistador quien inicie este tema.
- Consigue que el entrevistador sea quien exponga el sueldo que la empresa está dispuesta a pagar por el puesto de trabajo al que optas. A partir de ahí, calcula si coincide con el salario que tú estás dispuesto a percibir.
- En el supuesto que te pidan que des una cifra puedes contestar con una fórmula como “voy a estudiar una oferta razonable”.
- Si consideras que la oferta salarial que recibes demasiado baja es importante que pongas en valor tus conocimientos y experiencia para que la empresa reconsidere su oferta.
Pero a la hora de negociar el sueldo no solo nos debemos fijar exclusivamente en el aspecto monetario de la oferta, pues las empresas acostumbran a tener una serie de beneficios sociales. Es decir, el llamado salario emocional.
El salario emocional es un concepto ligado a la retribución que contempla una serie de beneficios dirigidos a satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del empleado. Así pues, en esta parte de la negociación entran en juego aspectos cada vez más valorados como por ejemplo disponer de flexibilidad horaria, la posibilidad de trabajar a distancia, ofrecer un seguro de salud, tener coche de empresa, acceder a formación, ayudas para guardería o para la comida, entre otros. Se trata de un paquete de beneficios que vienen a complementar la oferta y que en ningún caso pueden pasarse por alto.