El directivo del Bienestar llega a la empresa

En los últimos años las empresas están centrando buena parte de sus políticas de Recursos Humanos en lograr el bienestar de sus plantillas. Y es que son diversos los estudios que establecen una relación directa entre el bienestar del empleado, su motivación ante el empleo y, en consecuencia, su aumento de productividad.

Ante esta evidencia, la importancia que las empresas otorgan al bienestar del empleado se está traduciendo en la irrupción de una nueva figura: el Chief Wellbeing Officer o directivo del Bienestar. Se trata de un perfil que viene a sumarse a otros ya existentes como el Chief Happiness Officer, el Chief Diversity Officer o el Chief Excellence Officer y que tiene como tarea principal impulsar un buen clima laboral y el bienestar de los empleados en todos los rincones de la compañía.

Tal y como explican Steven MacGregor y Rory Simpson en el libro “Chief Wellbeing Officer. El bienestar como herramienta estratégica”, “en este futuro emergente cada vez más digital, artificialmente inteligente y siempre conectado, solo prosperarán y lograrán un equipo de alto rendimiento las empresas que se preocupen por el bienestar, la salud y la felicidad de las personas”. Por ello, opinan que la creación del directivo de Bienestar en la organización es una “forma de reconocer el bienestar al más alto nivel ejecutivo, con un puesto de nueva creación o integrándolo como una función determinante del máximo responsable de Recursos Humanos”.

Grandes multinacionales de diferentes sectores han apostado por introducir está figura clave en sus organigramas. Una muestra de ello es que empresas como Banco Santander o Telefónica ya cuentan con programas dirigidos a incrementar la satisfacción de sus empleados. Por su parte, la consultora McKinsey ha apostado por formar a sus directivos en hábitos de sueño, mientras que Accenture ha introducido espacios de descanso en sus oficinas.

A nivel gubernamental, hay países que han empezado a legislar en este sentido. Así pues, Francia ha aprobado una ley que regula el derecho a la desconexión laboral y el uso de mensajes y correos electrónicos fuera del horario laboral. Por su parte, Alemania permite a los trabajadores cogerse hasta tres semanas de baja para liberarse del estrés laboral.