¿Cómo convertir los inconvenientes del teletrabajo en ventajas?
El teletrabajo es una fórmula laboral al alza que las empresas ofrecen a sus empleados como una manera de ofrecer una mayor flexibilidad y mejorar su conciliación entre la vida profesional y personal. Pero esta modalidad de trabajo tiene inconvenientes como la dificultad de desconexión, la sensación de soledad y falta de vínculos con los compañeros. Unos inconvenientes que se pueden convertir en ventajas potenciales. ¿Sabes cómo?
Teletrabajar puede generar situaciones como la dificultad para desconectar del trabajo, alargar el horario laboral o que el entorno cercano reclame atención concurrente del profesional. Estos riesgos se minimizan “si somos conscientes de que el teletrabajo nos permite sincronizar mejor las demandas vitales laborales con las no laborales”, explica Mar Sabadell-Bosch, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). La experta subraya que, “a diferencia de un puesto de trabajo presencial, el teletrabajo permite una adaptación mucho mayor a cada necesidad individual”. Para conseguirlo, dice, no podemos dar por hecho que nuestro entorno (ya sean hijos u otras personas) entiende el teletrabajo por el solo hecho de existir. “Cuando trabajamos a distancia tenemos que adoptar este rol y nos hace falta informar y educar”, advierte. Así mismo, para evitar trabajar demasiadas horas, la profesora de la UOC considera prioritario “hacer el trabajo previo de organizarse y gestionar el tiempo del que se dispone” y no sobreentender que hay tiempo para todo.
Otro de los riesgos del trabajo a distancia es la sensación de soledad y de falta de vínculos con los compañeros. “Si no estás nunca, es fácil que te sientas aislado y, como no eres visible, es posible que los compañeros consideren que no contribuyes como ellos a los objetivos compartidos”, indica Sabadell-Bosch. En este sentido, la profesora de la UOC propone regular la intensidad del trabajo a distancia: “Si de cinco días teletrabajas dos o tres, es probable que tu percepción de autonomía en el trabajo y de conciliación de vida sea positiva, y que la calidad de las relaciones profesionales no resulte perjudicada”. Además, indica, los encuentros presenciales reforzarán los vínculos con los compañeros en paralelo a las videoconferencias o la conexión permanente mediante las redes sociales.
Finalmente, el sedentarismo, la tendencia al tabaquismo o a picar entre horas son una serie de hábitos que se pueden fomentar al trabajar desde casa. Por ello Sabadell-Bosch recuerda que “hay que ser conscientes de que teletrabajar supone ganar un tiempo que puede usarse para fomentar la propia salud”. “Teletrabajar no significa que estarás en casa todo el rato en una silla, sino que puedes organizar tu vida de otro modo”, insiste.