Estás buscando trabajo y… recibes una llamada. Esto es lo que no debes hacer
A menudo, el primer paso de un proceso de selección se hace a través de una entrevista telefónica. Y aunque muchos candidatos no le den importancia, se trata de un primer filtro que ayuda al seleccionador a elegir o no a una persona para que pase a la siguiente fase: la ansiada entrevista presencial.
Las entrevistas telefónicas acostumbran a ser el primer contacto que el candidato tiene durante el proceso de selección y permite ahorrar gastos y tiempo a todas las partes. Así que si te has inscrito a un proceso, es probable que después de haber enviado tu currículum recibas una llamada que te dará el pase, o no, a una entrevista presencial o a la posible realización de test y pruebas.
Esta llamada la recibirás “por sorpresa”, normalmente sin previo aviso. Así que si estás en pleno proceso de búsqueda de empleo, debes tener en cuenta que en cualquier momento puedes recibir la llamada de un reclutador. Una vez validado tu currículum, esta llamada se realiza para comprobar el ajuste de tu perfil con las necesidades del puesto a cubrir. Así pues, se tratará de una conversación corta en la que te preguntarán sobre los requisitos de la oferta, tu disponibilidad y, quizás, expectativas salariales. Bajo esta premisa, debes tener claros algunos aspectos:
- Las respuestas no deben ser monosilábicas, es decir, responder con un simple sí o no, pero tampoco debes extenderte en exceso. Ya tendrás tiempo de explicar más cosas sobre ti en la entrevista presencial.
- Contesta únicamente a lo que se te pregunta. No creas que por alargarte en la respuesta serás mejor valorado.
- Puede que en este primer contacto te pregunten por tus expectativas salariales. Si se da este caso, sé sincero, de este modo evitarás perder el tiempo tanto tú como el entrevistador. Eso sí, si este tema no sale en la conversación, no es el momento de que lo saques tú.
- Si en la oferta se pide un determinado nivel de inglés, es posible que te hagan alguna pregunta en este idioma. Debes estar preparado para ello y reaccionar rápido para contestar con fluidez.
- Recuerda que, en este momento, tu voz es tu única arma. Evita la vergüenza y transmite con tu tono de voz tu motivación para el trabajo. Evita también hacer otras cosas mientras estás hablando. Será una entrevista corta, así que dedícale toda tu concentración.
- Si te pillan en un mal momento o en el que no puedas hablar tranquilamente, es mejor que le pidas a tu interlocutor si te puede llamar más tarde. Es preferible esto a realizar una mala entrevista. Piensa que es un primer filtro para pasar a la siguiente fase.
Si estás en pleno proceso de búsqueda, es posible que recibas más de una entrevista de este estilo en un corto período de tiempo. Así que no está de más llevar un pequeño registro de las ofertas a las que te has apuntado y los requisitos que piden en cada una de ellas. También está bien que una vez finalizada la entrevista dediques unos minutos a apuntarte las ideas clave, así como el contacto. De esta forma podrás llevar un buen seguimiento y evitarás confundir procesos.