Cómo trabajar la experiencia del candidato en los procesos de selección

Hoy en día, en el cambiante mundo empresarial que vivimos, es esencial proporcionar una experiencia positiva a los candidatos/as durante el proceso de selección para atraer y fidelizar al talento. Si los solicitantes de empleo tienen una experiencia negativa, puede cambiar su percepción sobre la empresa y compartir su feedback negativo en redes sociales. Esto no solo afecta a la marca empleadora, sino también a las ventas, ya que los candidatos/as pueden ser también clientes. ¿Cómo pueden las organizaciones mejorar la experiencia del candidato/a para asegurar su éxito en la contratación?

Cuando hablamos de experiencia del candidato, nos referimos a la relación que se genera, durante el proceso de selección, entre la persona que solicita el empleo y la empresa. Está formada por diferentes etapas: anuncio del puesto de trabajo, búsqueda, solicitud de empleo, entrevista, feedback y relación con el candidato/a.

Hoy en día, muchas compañías están centrando sus esfuerzos en mejorar este proceso, considerando que la experiencia del profesional empieza cuando todavía es un candidato/a. Trabajarla de forma integral, desde que se inicia la relación, permite mejorar la atracción y fidelización del talento, a la vez que impacta en su marca empleadora.

Para lograrlo, es importante tener en cuenta las siguientes consideraciones:

Comunicación constante, clara y personalizada

Es esencial que, para que la experiencia sea positiva, la comunicación con el candidato/a sea frecuente y honesta. Por ello, es importante ir comunicando el estado del proceso de selección, tanto si la persona avanza en él como si no. El seguimiento y feedback constante son dos aspectos que se valoran muy positivamente, tanto para los solicitantes de empleo como para la reputación de la marca.

Además, es recomendable que la comunicación sea personalizada para que las personas se sientan valoradas. Tener una visión positiva de la empresa permitirá que estén dispuestas a mantener una relación a largo plazo, ya que, aunque para esta posición en concreto pueden no encajar, es probable que lo hagan en un futuro.

Añade gamificación al proceso de selección

En los procesos de reclutamiento, es fundamental que se aporte a los candidatos/as, de forma transparente, toda la información que necesitan saber sobre el puesto de trabajo y la compañía. Cuanta más detalles se tengan sobre la posición, la cultura empresarial y el equipo, más probabilidades existe de que encajen en la empresa.

Pero, más allá de esto, también es importante que sea un proceso atractivo, original y diferencial. Para ello, incluir juegos y gamificación puede ser una buena opción. Esto permitirá, por un lado, añadir diversión al proceso e innovación a la marca y, por otro lado, obtener información sobre la forma de actuar y las habilidades del futuro talento.

Escuchar, medir y mejorar los procesos

Para que un proceso de selección sea exitoso, también es importante que sea eficiente. En este sentido, contar con una herramienta tecnológica que facilite la aplicación, gestión de datos y seguimiento del proceso será de gran ayuda, tanto para los candidatos/as como a nivel interno. Con el objetivo de seguir mejorando y optimizando la experiencia, es crucial recopilar feedback de los candidatos/as. Por ejemplo, a través de una breve encuesta, se podrá conocer, de primera mano, los principales aspectos de mejora del proceso.

En conclusión, es clave que los procesos de selección, más allá de servir para evaluar al talento, sean procesos eficientes, objetivos y respetuosos, que pongan a los candidatos/as en el centro.